¿Cómo tratar el tema de la muerte con nuestros hijos?

Por mucho que no nos guste, hablar sobre la muerte con nuestros hijos es algo necesario e inevitable, sobre todo cuando el fallecimiento de familiares y amigos nos exponen a ello. La frase “es demasiado joven para entenderlo” no nos sirve. La muerte es un concepto anacrónico que forma parte de la vida. Es algo...

Por mucho que no nos guste, hablar sobre la muerte con nuestros hijos es algo necesario e inevitable, sobre todo cuando el fallecimiento de familiares y amigos nos exponen a ello. La frase “es demasiado joven para entenderlo” no nos sirve. La muerte es un concepto anacrónico que forma parte de la vida. Es algo que ni si quiera como adultos entendemos.

Si echa la vista atrás y trata de recordar el momento de su infancia en que se dio cuenta de lo que la muerte suponía, quizá eche en falta elementos cruciales como apoyo, explicaciones o avisos de antemano. Y es que, por mucho que un niño sepa el significado de la palabra, probablemente la mayor parte de la información que tiene venga dada por factores externos y totalmente ajenos al mundo real: series de televisión, películas, videojuegos o libros. Hay que tener en cuenta que las mentes infantiles ven la vida desde la inocencia, y que lo que para ellos es el mundo, SU mundo, se mantiene intacto.

Si nuestro hijo nunca se ha visto en la situación de tener que despedirse de un ser querido que ha fallecido, seguramente lo invada el miedo ante esta novedad en su círculo cercano. Con este artículo, nos hemos propuesto facilitarles este proceso, aportándoles las herramientas comunicativas necesarias para ayudarles a sobrellevar el duelo.

Herramientas para ayudar a nuestros hijos a sobrellevar el duelo

Conversar con serenidad y sinceridad. Lo que dificulta más la asimilación de este concepto es su estrecha relación con la pérdida. Debemos aceptar que la gente marcha, al igual que todo en esta vida, y es esencial transmitírselo al niño con un enfoque que rechace toda negatividad.

Sonreír por los buenos momentos. Esto es algo muy importante en este tipo de situaciones. Hacer un viaje a través de los recuerdos felices junto a nuestro ser querido es algo que agiliza la superación del duelo.

Darle la opción de un último adiós. Un detalle importante a tener en cuenta es la voluntad del niño. La decisión sobre su asistencia al funeral no debe ser íntegramente tomada por los padres, sino también por ellos. Si están preparados para enfrentarse al duelo, probablemente también quieran formar parte de la despedida. En ese caso, habrá que repasar con detalle los aspectos del velatorio o funeral para que nada les coja por sorpresa.

Responda todas sus preguntas con asertividad. Los niños suelen ponerse nerviosos cuando no saben qué va a ocurrir a continuación, por ello, es conveniente informarles de qué va a suceder durante la ceremonia, y responder cualquier duda que puedan tener.

Los adultos también lloran. Una de las cosas que más puede impactar a un niño cuando asiste a un tanatorio o a un funeral es ver a sus seres queridos sufrir. Eso es algo que puede hacer aparecer cierto reparo y miedo. Es importante que sepa que cada persona lleva el duelo de una manera diferente, y del mismo modo, entenderá que su reacción es igual de válida, sea cual sea.

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